Etapas Emocionales
Las
distintas reacciones emocionales, descritas por Kübler-Ross, por las que pueden
pasar los padres ante la llegada a la familia de un hijo con algún tipo de
discapacidad son:
Negación:en
esta etapa los padres conservan la esperanza de que puede existir algún error
en el diagnóstico de su hijo. Se trata de un tipo de defensa temporal que puede
ser reemplazada en un futuro por una aceptación parcial de la situación.
Agresión:
los padres pueden agredirse verbalmente entre sí, o incluso alguno de ellos
puede culpar al otro por la problemática del niño. Puede ocurrir también que
rechacen a su hijo con alguna carga agresiva hacia éste. Posteriormente, la ira
se dirigirá hacia el médico o incluso la propia existencia. Probablemente este
sentimiento tan dañino se deba principalmente a la impotencia y frustración que
sienten los padres ante la situación. Finalmente, este sentimiento deriva en
sentimientos de culpabilidad o vergüenza.
Negociación:
sin llegar a aceptar completamente la situación en la que se encuentran
actualmente, los padres se muestran abiertos al diálogo y a la negociación con
el médico.
Depresión:
al reflexionar la situación del niño, aparecen manifestaciones clínicas de
depresión, como son agotamiento físico y mental, falta de apetito, apatía,
aumento en las horas de sueño...
Aceptación:
la última de las reacciones puede ser parcial o total, pudiendo prolongarse en
el tiempo. También puede ocurrir que alguna de las reacciones anteriores
vuelvan a hacer acto de presencia.
No
obstante, todas estas posibles reacciones emocionales ante la llegada de un
hijo con discapacidad, tal y como hemos señalado anteriormente, dependerá de
cómo lo enfoque cada familia, ya que no todas las personas están preparadas de
la misma forma para afrontar la llegada de un hijo, y esto es tan válido para
aquellos casos en los que exista o no discapacidad.
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